
De
ArgentinaEs el hotel más lindo en el que estuvimos! Parece sacado de un cuento. Es muy cómodo, las instalaciones son excepcionales, tanto en la habitación privada como en las áreas comunes. El Onsen y nuestra habitación tenían una vista increíble al río y la montaña. La ubicación es muy buena, estás enfrente de la estación de buses lo cual es muy cómodo y al lado del centro histórico. Igualmente dentro del hotel se siente mucha privacidad y silencio, e incluso casi no te cruzas con los otros huéspedes exceptuando los horarios de comida. Lo que realmente hace perfecta la experiencia es la familia que está a cargo del hotel, desde la cálida recepción hasta la comida exquisita que sirven. Si tienen la oportunidad recomiendo que se hospeden en este lugar, no se van a arrepentir!