Nuestra casa adosada, recientemente renovada, ofrece un ambiente fresco y cómodo durante todo el año, gracias a sus gruesos muros de piedra, persianas tradicionales y ventiladores en cada dormitorio — sin necesidad de aire acondicionado. Distribución de los dormitorios: • Una cama king size • Una cama doble • Una habitación espaciosa con dos camas individuales — ideal para familias o grupos Todas las camas están vestidas con sábanas de algodón 100 % de alta calidad (algodón egipcio o Perceval). Toallas y ropa de cama se lavan a 60 °C para garantizar una higiene impecable. La casa no tiene moqueta, lo que la hace ideal para personas alérgicas. La cocina es luminosa y está totalmente equipada, el salón acogedor cuenta con un piano, y el patio privado dispone de tumbonas y una gran mesa para desayunos, almuerzos tranquilos o cenas bajo las estrellas.

Sus anfitriones son una familia franco-irlandesa trilingüe que se dedica con cariño a ofrecer una estancia acogedora y confortable en Cognac. Amantes de la región y de la hospitalidad auténtica, nos esforzamos por hacerle sentir como en casa desde el primer momento. Siempre estamos encantados de compartir consejos locales o ayudarle con lo que necesite para que su estancia sea lo más agradable y memorable posible.

La propiedad se encuentra en el corazón de Cognac, una ciudad histórica del suroeste de Francia, famosa en todo el mundo por el aguardiente que lleva su nombre. Con una mezcla encantadora de patrimonio, cultura y naturaleza, Cognac ofrece algo para todos los viajeros. Los huéspedes pueden disfrutar de paseos escénicos a lo largo del río Charente, explorar las calles adoquinadas del casco antiguo medieval, visitar mercados locales, iglesias históricas y recorrer prestigiosas casas de coñac como Hennessy, Martell y Rémy Martin, muchas de las cuales ofrecen visitas guiadas con degustaciones. Durante los meses de verano, la ciudad cobra vida con conciertos, festivales y eventos al aire libre, creando un ambiente vibrante y acogedor. Cognac también es un excelente punto de partida para descubrir la región. El pueblo medieval de Saint-Émilion, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO — y una de las excursiones favoritas de nuestros huéspedes — se encuentra a unos 120 km (75 millas). También se puede acceder fácilmente a los prestigiosos viñedos de Burdeos, ideales para una jornada enoturística. Para los amantes del mar y la naturaleza, las playas del Atlántico están a tan solo 70 a 90 km (43 a 56 millas). En poco más de una hora en coche, se puede disfrutar de destinos costeros como Royan, La Palmyre, y las encantadoras islas de Ré y Oléron, perfectas para un día de sol y mar. Tiendas, cafés y restaurantes se encuentran a poca distancia a pie de la casa, lo que convierte a esta ubicación en una base ideal para parejas, familias o grupos de amigos.