NUESTRA MISIÓN es mostrarles a los visitantes que existe HUITACA, nidos del viento, un lugar donde el rio Blanco con su acariciador sonido despeja los ruidos agobiantes de las urbes, también revelarles que hay un lugar muy cerca de las montañas, donde las nubes, el viento, los árboles, la luna y el sol, te hacen vivir en un pedacito amable del planeta y allí, abrirles las puertas de la tranquilidad -que es lo que más se parece a la felicidad-. NUESTRA VISIÓN mira hacia el lejano reino de las aguas de cristal, el hermoso parque de Chingaza donde los pumas y los zorros, los venados, los osos y los cóndores beben de sus lagos. Ellos, habitantes de los páramos, nos están mostrando el camino y la visión del campo: compartir el planeta para hacerlo biodiverso para siempre. Los animales nos enseñan que es con nuestros vecinos campesinos habitantes de las veredas de Choachí con quienes debemos construir estos nidos del viento para anidar en ellos un universo de colores, de flores y de silencios y así seguir convirtiendo Huitaca en una escuela en el manejo de la tierra: huerta de productos orgánicos, vivero de árboles y criadero de abejas.

Tres Hermosas casas rurales de dos pisos, construidas en madera de pino. Diseñadas para motivar el espíritu del descanso. Amplias, con terrazas que ofrecen una maravillosa vista sobre las montañas del parque natural de Chingaza. Los cuartos son acogedores y amplios. Frente al estanque hay una ducha bordeada de bambú donde podrá disfrutar de un baño al aire libre en los días más cálidos. Proyecto Huitaca: HUITACA, nidos del viento, es un sueño de pareja que se ha venido realizando desde 1999. Nos dimos a la tarea de habitar un pedazo del planeta con los ideales de nuestra generación de los 60. Somos cuidadosos en marginarnos del consumo. En Huitaca crecen embarnecidas y orgullosas especies nativas a su antojo, y entre ellas encontramos las cabañas que semejan árboles, donde los pájaros hacen sus acogedores nidos. Este proyecto es un lugar frente a las montañas del Oriente en la ruta del Río Blanco en su viaje al Orinoco y a lo lejos se divisan los farallones del Parque Nacional Natural de Chingaza, en Cundinamarca, Colombia. Un lugar que fue habitado por los Muiscas, lleno de lagunas y uno de los siete lugares más ricos en agua del planeta.

La región de Choachí, Ubaque y Fómeque es realmente espectacular. Solamente la carretera de salida de Bogotá es fascinante y considerada una de los paisajes más lindos de Colombia. El paisaje va cambiando a medida que se sube al páramo de Luz verde y va bajando al clima templado típico de la Vereda de Rio Blanco. Desde la carretera se puede ver la caída de agua - La Chorrera- más alta de Colombia. La región se conoce por su amasijo y sus dulces y también por las cuajadas deliciosas. Las arepas de maíz amarillo y de sagú son típicas del área y la verdad son exquisitas así como los envueltos de mazorca, la ternera y el caldo de papa. Choachí tiene muy buenos restaurantes como El Suizo (mi absoluto favorito), El Campanario y la Pizzería Popular. La región ha sido siempre caballista y hay campesinos con buenos caballos para montar. Nos pueden preguntar y con gusto lo coordinamos. El área es famosa por las termales y la laguna de Ubaque en donde además de tener un lindo paisaje se consigue trucha fresca de excelente calidad. También se practican deportes extremos en varias localidades y en la casa se encuentra la información y contactos. A 45 minutos de la casa se encuen