Me gustó la atmósfera, el estilo japonés de las habitaciones, la gastronomía, la ubicación.
No puedo poner un pero al hotel, ubicación cercana a la estación de tren y tranvia, al castillo de la ciudad, con centro de ocio y restauración alrededor ( gran variedad de izakayas y restaurantes). La habitación es excelente, moderna, confortable y un cuarto de baño espaciosa y equipada.
Tiene una ubicación excelente frente a la estación. El tamaño de la habitación es adecuado, más de lo que esperaba. Incluye espejo para maquillarse, lo agradezco. El desayuno incluido es al estilo japonés lamentablemente, nada de pan ni café, sino más bien arroz, pollo, verduras, etc.