Hoteles boutique en Tánger

Hermosas las instalaciones. La casa es bella en todos sus detalles.

Execelente alojamiento en la Medina con hermosa terraza y decoración, muy buena relación precio calidad.

Súper conectado con todo, frente la playa, piscina hermosa. Gimnasio, hamman. Atención buena, tiene dos bares y un resto.

Este hotel fue nuestro primer acercamiento a la cultura Marroquí. Nos encontramos con un lugar encantador y muy acogedor. Esta muy bien ubicado, queda cerca de la mayoría de los puntos de interés y por una calle cercana se puede llegar cómodamente en auto. La decoracion y limpieza del hotel son de excelencia, la atención del personal también. Desde un primer momento, Sophiane, Ismael y Hajar se pusieron a nuestra disposición. Fueron de gran ayuda ya que fui con mi tía de 81 años y requería de ciertos cuidados y comodidades. Aquí descubrí la amabilidad y predisposición de los marroquíes, pocas veces vistas en otros países. Orgullosos de compartir con otras personas su cultura, sus comidas y de alguna forma achicar la brecha cultural que existe con occidente y darse a conocer al mundo. Como mencioné en otras reseñas este hotel ofrece una experiencia que vale la pena vivir. La atención es prácticamente personalizada, te hacen sentir como en tu casa. Podes pedir té las veces que sea necesario. El desayuno es súper abundante y lo presentan mucho amor y dedicación. Prácticamente es todo casero. Las Habitaciones son pequeñas pero luego de recorrer otro la Riads es algo normal. Tiene todas las comodidades necesarias para una excelente estadía, y si algo falta lo pueden pedir sin problemas y de alguna forma van a buscarle la solución. La terraza también es algo para destacar, súper prolija, rodeada de vegetación, un oasis en medio del Kasbah. Espero tener la oportunidad de volver a este Riad y a Tanger, realmente un lugar para tener resaltado en la agenda de viajes.