Chalets de montaña en Mazatla

Nos quedamos en la cabaña Goliat y nos encantó. La cama súper cómoda al igual que el sofá de la sala. Afuera hay una malla en la que puedes acostarte y ahí nos quedamos dormidos la penúltima noche mientras veíamos las entrellas. Teníamos un frigobar y una cocina a la que le sacamos mucho provecho (cerca había un Walmart y compramos cositas). El acceso y el silencio del lugar son un regalo. El día que llegamos (domingo) comimos en el restaurante. Muy rico y buenos precios. Lo que más nos encantó fue saludar a los caballos todas las mañanas y jugar con Sky, un perro del lugar que hasta nos acompañó cuando nos íbamos. Hermosísimo y cariñosísimo. Aplausos para Andrés que fue un gran anfitrión.